Pido
tu calor. Ya no soporto mi mente tan turbia y perturbante.
Mi
soledad se comparte de nuevo con una estrella, una vela y las lágrimas. Me
escondo, me ovillo sin que nadie me vea… Tan sola me consumo. Y pienso en ti,
en tu sexo. Tan raro y complejo, tan loco y espontáneo.
El
reflejo de tu llama en mi ventana, verte consumir por el fuego que ilumina,
cada vez queda menos de ti. Gotean lágrimas rojas, mancha el piso, llorando por
ti. Sin definir colores. Tu afable voz llora en silencio. Te comprendo, te abrazo
y te beso, te extraño. Sin voz te llamo, sin letras te escribo, sin ojos te
busco. Sin corazón te amo. Con mi alma congelada te retengo, aquí y siempre te
pensaré. Aquí yo y tú allá. Tú, lejos me piensas sin pensamientos, tú allá me
extrañas sin sentimientos, sin conocer emociones. Sin vida, ¿Cuál vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario